Comparto en este post la ponencia que he hecho como parte de las Jornadas educativas "La trastienda del aula" organizadas por No me cuentes cuentos:
Mi presencia en las Jornadas viene dada por mi descubrimiento de los cuentos de “Carlota es feliz” de Guillermo Caballero cuando buscaba recursos para recomendar a familias que estuvieran implicadas en un proceso de separación o divorcio, y buscando por la red, se paseaba Carlota…
En concreto, buscaba cuentos porque son numerosas las ventajas que tienen, pero además supongo que desde muy pequeña he sentido especial simpatía por ellos.
Con dos o tres años, recuerdo escuchar fascinada cuentos en cintas de radiocassette que rebobinaba una y otra vez, cuentos que me contaba mi familia (padres, tía, abuelos...), y posteriormente ya en 2º de EGB, disfrutar escribiendo cuentos bajo un título que el maestro nos daba.
Lo cierto es que posteriormente, la lectura y escritura de cuentos fue más bien una practica extraescolar que una realidad en el aula.
Mis vivencias y mi ejercicio profesional me llevan a hacerme preguntas, ¿en qué momento dejamos de leerles cuentos a los niños y niñas? ¿en qué momento dejamos de pedirles que escriban y dibujen lo que imaginan? ¿en qué momento les pedimos que dejen de imaginar?
Por un lado, la comunidad educativa y científica es ya conocedora de la importancia de fomentar el pensamiento divergente; ya somos capaces de ir entendiendo e incluso de ir trabajando con diferentes ritmos de aprendizaje, diferentes tipos de inteligencias, y por otro, nos encontramos con que hay múltiples y complejas realidades sociales, familiares, económicas… que inciden en el proceso de desarrollo y aprendizaje, algunas de las cuales tienen que ver con un gran motor de la vida de las personas: la familia.
Puede que mi interés por el mundo de los cuentos, como ya he señalado antes, haya estado subyacente hasta llegar al mundo laboral, donde como Psicóloga he visto la necesidad de usar herramientas como los cuentos tanto para las familias como para los niños y las niñas. De igual forma por mi experiencia en el campo de la Educación, creo en la importancia de incorporar en el proceso de enseñanza-aprendizaje elementos tradicionales como los cuentos, la música, el dibujo… a un sistema que puede que en ocasiones los haya olvidado en flaco favor a un supuestamente necesario rendimiento académico entendido en la forma más tradicional.
Y este sentido me resulta anecdótico hablar de educación innovadora, innovación educativa o métodos innovadores de aprendizaje, cuando hablamos de trabajar con elementos o disciplinas que llevan desde antaño coexistiendo con las personas como los cuentos, la música...
¿Por qué habríamos de tener en cuenta los cuentos, introducirlos o reintroducirlos, como herramientas educativas en la escuela y en la familia?
1-Por su gran valor psicopedagógico:
Los cuentos son un excelente recurso educativo, ya que a través de ellos podemos conocer otras realidades y verlas desde distintos puntos de vista.
Sirven para trabajar de forma sencilla las emociones y habilidades sociales como la empatía.
Contribuyen a normalizar situaciones al ver que a otras personas les sucede algo parecido y enseñan cómo afrontar situaciones nuevas con los recursos o estrategias que muestran en el desarrollo de los cuentos ante situaciones difíciles, como puede ser gestionar emociones, desarrollar el autocontrol, etc. En este sentido (desarrollo del autocontrol), leer requiere calma en esta sociedad de la prisa y de la hiperconectividad, leer requiere una elección consciente de la calma, de estar con una misma en una soledad elegida de la lectura.
Pueden usarse para establecer rutinas en el ámbito familiar y en la escuela.
Escucharlos ayuda a trasmitir valores y a desarrollar la capacidad reflexiva, ya que se debe pensar sobre lo que les pasa a los personajes y, además, se establecen conexiones con lo que una misma u otras personas cercanas viven.
Además, a través de la lectura compartida entre las personas o entre personas adultas y niños y niñas se crea un nexo y sirve de excusa para charla de los temas que se plantean en el cuento u otros que puedan surgir a través del diálogo y la reflexión.
Su carácter educativo a la vez que lúdico facilita el juego, el vehículo de aprendizaje en los niños y niñas; a través de los cuentos se representan papeles, se pueden realizar actividades paralelas a la lectura, construir, crear, pintar, cocinar, lo que es aprender jugando.
Todo ello además estimula el hábito de lectura, desarrollo neurológico en los niños y niñas, como facilitador de los procesos de lectoescritura, comprensión lectora, etc.
2- Por su potencial para el fomento de la creatividad: procesos de escritura creativa, dibujo, invención de otras versiones o finales de una historia…
En la primera infancia les pedimos que escuchen cuentos, que nos hagan dibujos e incluso, a veces, que nos escriban una historia relacionada con el cuento o la lectura, y algunas pocas veces, nos atrevemos a pedirles que sean ellos y ellas los que escriban un cuento… vuelvo a preguntarme: ¿en qué momento dejamos de pedirles que escriban cuentos? ¿qué dibujen?
Atención: No nos ciñamos al empleo de los cuentos en Primaria, la adolescencia es una etapa fundamental en el desarrollo cognitivo y social y por tanto cuentos, lecturas, en sus diferentes formas de manifestación, como por ejemplo, los cómics, tienen gran relevancia educativa.
Trabajar los procesos de pensamiento divergente es una necesidad real, ya que como bien es sabido, sin este tipo de pensamiento no se producirían nuevas ideas, ni nuevos inventos, ni nuevos avances para la humanidad.
“Los libros deben ayudar a que los niños y niñas tengan sus propias opiniones, a que los niños y las niñas encuentren su propia manera de dibujar y de ver las cosas. Profesores y padres, muchas veces desestiman los libros ilustrados o libros álbum porque tienen muchas imágenes y muy poco texto. Eso es algo por lo que realmente peleo. Porque profesores, padres o cualquier persona, entiendan que las imágenes tienen su propio lenguaje. Y pueden decir algo por su cuenta. Para niños aprendiendo a hablar es importante contar con imágenes; así pueden hablar con sus padres. Pero vivimos en un mundo donde el texto es realmente dominante” Jutta Bauer.Premio Hans Christian Andersen 2010.
3- Por su valor para abordar diferentes y complejas realidades sociales:
Vivimos en los que ya se conocen como tiempos líquidos y sociedad de la incertidumbre (Zygmunt Bauman) y en este contexto cambiante y vertiginoso, el concepto tradicional de familia, entre otros elementos sociales, tecnológicos, económicos, etc., está cambiando.
Por otro lado , ante situaciones difíciles que puedan sobrevenir en la vida, pues nadie está a salvo de ellas, muchas de ellas tienen que ver con la familia, con los cambios que tienen lugar en ella o en sus miembros. Se dice que es un organismo vivo: nace, crece, cambia…
El
video inicial, nos mostraba lo que ya es una realidad constante en nuestros entornos y escuelas: Hay una gran diversidad familiar en la que las niñas y niños están inmersos y que, por tanto, como parte de su realidad, no podemos obviar. Si seguimos hablando de familia en una acepción tradicional, estaremos excluyendo al alumnado que tiene otro modelo de familia y que no se identifica con el que le exponemos. Puede que en este sentido, encuentre dificultades para ser comprendido o aceptado, que oculte o disfrace con miedo su realidad familiar.
Como profesionales de la Educación y/o de la Psicología, es importante contar con herramientas con las que poder abordar la diversidad familiar para crear conciencia y respecto hacia todas las formas de familia.
En una escuela que le dé la relevancia que merece el desarrollo afectivo y emocional del alumnado, debemos ir más allá y poner al alcance de niños, niñas y familias las herramientas que faciliten su adaptación y desarrollo.
Los cuentos pueden ser un elemento de gran valor para fomentar la resiliencia, en este sentido tomando como ejemplo los cuentos
Carlota es feliz, constituye un proyecto resiliente, porque nace de una situación nueva y posiblemente difícil para una familia y en la que finalmente sus miembros nacen fortalecidos.
En los cuentos de Carlota, se aborda el divorcio o separación de los progenitores a un nivel que los niños y niñas pueden comprender y se plantea una nueva realidad familiar que surge tras la separación, en la que el padre y la madre de Carlota viven en casas distintas y hacen vidas separadas. Carlota a veces está con papá y otras con mamá y con ellos comparte momentos y actividades propias y necesarias para el desarrollo de una niña como ir al cole, al parque, jugar con otros niños y niñas, colaborar en pequeñas cosas en casa, poner la mesa, pasear al perro, leer un cuento antes de dormir… La familia de Carlota le trasmite su amor incondicional y que en la nueva situación familiar, seguirán cuidándola y ocupándose de ella.
En definitiva, lo que prima es la importancia del bienestar de los niños y niñas, de que se sientan amados, respetados y protegidos.
"De qué sirve que un niño o una niña sepan colocar Neptuno en el Universo, si no sabe dónde poner su tristeza o su rabia”
Jose Mª Toro.
Algunas recomendaciones a la hora de leer o trabajar con CUENTOS
1ª) LÉELO COMO QUIERAS, TRABÁJALO COMO QUIERAS, DE ADELANTE A ATRÁS, DE ATRÁS A ADELANTE, PINTA, SUBRAYA, GARABATEA, ARRANCA UNA PÁGINA QUE NO TE GUSTA (¡¡SI PUEDES!!) O QUE TE GUSTA MUCHO Y PONLA EN TU HABITACIÓN (CREATIVIDAD, JUEGO…)
2º) Si aún así quieres unas ideas… :
Elige un tema partiendo de la curiosidad de tus hijos e hijas o alumnado.
No juzgues sus intereses.
Selecciona un momento tranquilo, un entorno relajado, sin prisas porque haya que salir…
Acompaña con preguntas para que el niño o la niña tenga un papel activo y esté conectado con los que se les cuenta o leen. (Se le puede preguntar si algo de la historia o lo que le pasa a algún personaje, les recuerda a ellos o a un amigo o una amiga suya).
Utiliza preguntas abiertas así se trabaja su vocabulario y ayuda a expresar pensamientos y sentimientos.
Animales a hacer preguntas y mostrar sus sentimientos y pensamientos.
Incluye actividades como manualidades, colorear, jugar juntos, cocinar en familia… (Estas actividades posteriores a la lectura del cuento les ayudan a entender mejor la historia, sentirse más cerca de sus personajes y compartir momentos familiares o con los compañerxs para llevarlas a cabo).
Repite la lectura del libro en varias ocasiones, ya que a los niños les suele gustar y facilita la asimilación de la historia, ayuda a su aprendizaje, desarrollo emocional e intelectual, amplía su vocabulario, etc. ( Se puede hacer la repetición introduciendo elementos diferentes, o variaciones de la historia ).
“El cerebro no es un recipiente por llenar, sino una lámpara por encender”
Plutarco.
#Otraeducaciónesposible