“De todo quedaron tres cosas:
La certeza de que estaba siempre comenzando,
la certeza de que había que seguir
La certeza de que sería interrumpido antes de terminar,
y hacer de la interrupción un camino nuevo
Hacer de la caída un paso de danza. Del miedo, una escalera.
Hacer del sueño un puente. De la búsqueda, un encuentro”
Fernando Pessoa

24 oct 2011

Souvenirs de infancia

Cuando paseo por tiendas, tiendas en cadena, con ropa de serie, encuentro camisetas que hacen referencia a dibujos y series de mi infancia, y a la de muchos como yo nacidos en los años ochenta. 


Seguro que tenéis alguna de estas camisetas porque al verlas no pudisteis resistir comprarlas al acordarse de esa maravillosa infancia. 


Pull and Bear es un ejemplo de los que venden este tipo de camisetas desde hace algunos años.




Nos venden infancia porque somos la llamada generación Y. Hemos vivido una infancia acompañada de un fuerte crecimiento económico y tecnológico, hemos tenido la mejor formación, pero ahora sufrimos el vacío y la incertidumbre de la actual crisis económica, que nos ha dejado sin sitio en el mercado laboral.  

< Toda una generación de jóvenes españoles, azotada por el paro más alto de Europa, improvisa un 'plan B' mientras ve cómo se agranda la brecha generacional, cómo el paraíso intuido se aleja, cómo empiezan a vivir peor que sus hermanos mayores, cómo se limita su acceso al trabajo, la casa o el coche, cómo se esfuerzan pero no avanzan. ...Los veinteañeros tardarán una década en recuperar la tasa de empleo anterior al desplome. La crisis no solo ha mermado las expectativas de los que tienen entre 16 y 35 años. Sin solemnidades, tener a la mitad de una generación atrapada en el paro, frustrada y desmotivada...La crisis también ha abierto una brecha entre ellos y sus padres. Aquí y ahora existe una fisura entre trabajadores de un mismo nivel pero de generaciones distintas. ....El joven que llega ahora al mercado laboral se encuentra un escenario totalmente distinto al que se encontraron sus padres. ...Dice Esteban Sánchez. "Ellos también sufrieron la temporalidad, pero esa situación no se prolongaba tanto. Era algo transitorio que ahora se ha convertido en un sistema laboral en sí mismo. Y esto puede crear una ruptura generacional. Porque el menor de 35 años no se identifica con nada relacionado con lo laboral, como sí lo hacen sus mayores. Ni con los sindicatos ni con la propia empresa. Si esta no le garantiza nada, ellos no sienten ninguna gratitud ni obligación hacia ella"....La falta de control sobre el trabajo acaba en una falta de control sobre la propia vida. "Si no saben dónde trabajarán en seis meses, no se compran una casa ni tienen hijos, y en la mayoría de casos, ni siquiera dejan el hogar paterno", continúa Sánchez.>

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/reportajes/generacion/busca/plan/B/elpepusocdmg/20100919elpdmgrep_1/Tes SILVIA BLANCO / CARMEN PÉREZ-LANZAC 19/09/2010 EL PAIS

Por todo esto saben que compramos "infancia" y muchos también compran billetes de avión.