“Un adulto desgraciado puede recomenzar su vida en otra parte, puede cambiar de lugar, puede volver a empezar desde cero. Un niño infeliz, en cambio, no puede ni pensarlo. Sabe que es infeliz, pero no puede expresar esa infelicidad con palabras y, sobre todo, sabemos que en su interior ni siquiera puede cuestionarse sobre sus padres o sobre los adultos que le hacen sufrir.
Un niño desdichado, un niño que sufre, siempre se siente culpable, y esto es lo que resulta abominable (…). Entre todas las injusticias que existen en el mundo, las que atormentan a los niños son las más injustas, las más innobles y odiosas. (…)
El tiempo transcurre muy de prisa... llegará un día en que también ustedes tendrán hijos. Espero que entonces los amen y que ellos los amen también a ustedes. A decir verdad, ellos los amarán si ustedes los aman primero; y, en caso de que no los amen, volcarán su amor o su afecto y ternura hacia otras personas o hacia cualquier otra cosa, puesto que la vida está hecha de tal suerte que uno no se la puede pasar sin amar o ser amado.
Bueno, muchachos, ¡las clases han terminado y les deseo unas felices vacaciones!”
Discurso del profesor Pichet en “La piel dura” (película de François Truffaut, 1976).
Cita que aparece en la presentación de la tesis doctoral "Adversidad y adaptación en niños y niñas en acogimiento familiar: funciones ejecutivas, comprensión de las emociones y representaciones de apego." Año: 2020 Autor: Carrera García, Pablo T.
https://www.observatoriodelainfancia.es/oia/esp/documentos_ficha.aspx?id=7405