“De todo quedaron tres cosas:
La certeza de que estaba siempre comenzando,
la certeza de que había que seguir
La certeza de que sería interrumpido antes de terminar,
y hacer de la interrupción un camino nuevo
Hacer de la caída un paso de danza. Del miedo, una escalera.
Hacer del sueño un puente. De la búsqueda, un encuentro”
Fernando Pessoa

9 ago 2012

Reflexionando sobre las opciones y las expectativas


Observo que proliferan muchas frases de autoayuda en Facebook del tipo "No trates con prioridad a quién sólo te trata como una opción", "No malgastes tu tiempo con quien no está dispuesto a perderlo contigo". etc.

Pero, ¿acaso no somos todos opciones de algo o de alguien? Somos una opción más ante un puesto de trabajo, somos una opción más cuando un amigo/a piensa en quién llamar para tomar algo, somos una opción más cuando alguien se acerca o no, para ofrecerte una degustación en un supermercado. Nuestra vida está llena de situaciones en las que somos simples y claras opciones.

Respecto a lo del tiempo, es algo más complejo. Dice Marlango en su canción titulada Beautiful Mess "let me choose a way to lose this beatiful day..." ( déjame elegir una manera de perder este precioso día) porque perder el tiempo también es una opción más que podemos elegir, y el cómo perderlo también, así como con quién. Con quién: personas-opciones. Quién no mira atrás y no piensa cómo perdió el tiempo con una u otra persona. A menudo, la sensación de haber perdido el tiempo sobreviene a posteriori, cuando sentimos que las cosas no han salido como esperábamos.

También perder el tiempo con alguien puede esconder baja autoestima, deseos de agradar y sensación de que lo que uno hace no es tan valioso como lo que hace la otra persona.

Decía, Fritz S. Perls, terapeuta gestáltico:

Yo soy yo, Tú eres Tú
Tú haces lo Tuyo, Yo hago lo Mío
Yo no vine a este mundo para vivir
De acuerdo a tus expectativas
Tú no viniste a este mundo para vivir
De acuerdo con mis expectativas
Yo hago mi vida, Tú haces la tuya
Si coincidimos, será maravilloso
Si no, no hay nada que hacer.

Las expectativas, siempre en juego, cómo no. ¿Estamos programados para formarnos expectativas? ¿o es algo que tiene que ver con la cultura y la educación? ¿Podríamos realmente vivir sin esperar nada de nadie ni del futuro? Dejaremos esto para otra entrada.

En cualquier caso, parece que cuando nuestras expectativas nos desconciertan tanto al no cumplirse que proliferan por las redes sociales estos mensajes que nos dicen qué debemos hacer acerca del tiempo y las opciones.



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