Podemos andar atareados, en la rutina, en el trabajo o bien buscando uno, escuchando noticias desoladoras sobre la situación económica y las cifras del desempleo, padeciendo dificultades familiares, financieras, conflictos personales... Pero además nos encontramos dejándonos llevar por la inercia de los días, dejándonos arrastrar por esas situaciones o personas que intentan llevarnos hacia donde ellos quieren, hacia su beneficio, sin que hagamos nada por impedirlo. A veces ni si quiera podemos ser conscientes de ello, cuando nos lo presentan camuflado, adornado, como una buena o la mejor de las soluciones, como un alivio.
A veces la realidad está delante nuestra, al alcance de nuestra mano, pero no la vemos.
Merece la pena pararse a meditar unos minutos acerca de este cuento sufí que os dejo. Espero que os guste y comentéis cuales son vuestras reflexiones.
<Había una vez un mago que construyó una casa cerca de una aldea grande y próspera. Un día invitó a toda la gente de la aldea a un banquete.
- Antes de que comamos, dijo, tenemos algunas diversiones.
Todo el mundo se alegró, y el mago les proporcionó un espectáculo de magia de primera clase, con conejos saliendo de sombreros, banderas apareciendo de la nada, y una cosa convirtiéndose en otra. La gente estaba encantada.Entonces el mago preguntó:
- ¿Queréis comer ahora, o queréis más entretenimientos?
Todo el mundo pidió entretenimientos, porque nunca había visto nada igual; en casa había comida, pero nunca tanta emoción. De modo que el mago se transformó en paloma, luego en un halcón, y finalmente en un dragón. La gente se volvió salvaje de excitación.El mago les preguntó de nuevo, y ellos querían más. Y lo tuvieron. Entonces les preguntó si querían comer, y le dijeron que sí. De modo que el mago hizo que sintieran como vi estuviesen comiendo, dirigiendo su atención por medio de ciertos trucos, mediante sus poderes mágicos.La imaginaria comida y el entretenimiento duraron toda la noche. Cuando llegó el amanecer, algunas gentes dijeron:
- Debemos ir a trabajar.
De modo que el mago hizo que imaginasen que iban a casa, se preparaban para el trabajo, y trabajaban todo el día.
- Y ¿qué les ocurrió al mago y a la gente al final?
- Bueno, eso no se lo puedo decir, porque él aún está muy ocupado haciéndolo, y la mayoría de la gente aún está bajo su hechizo.>
Cuento Sufi del libro “El buscador de la verdad” de Idries Shah.
Cómo me recuerda este cuento a lo "entretenidos" que andamos en Internet y las redes sociales...
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