“De todo quedaron tres cosas:
La certeza de que estaba siempre comenzando,
la certeza de que había que seguir
La certeza de que sería interrumpido antes de terminar,
y hacer de la interrupción un camino nuevo
Hacer de la caída un paso de danza. Del miedo, una escalera.
Hacer del sueño un puente. De la búsqueda, un encuentro”
Fernando Pessoa

15 oct 2012

Felix Baumgartner y la búsqueda de sensaciones

Viendo la increíble azaña de Felix Baumgartner así como su trayectoria, rápidamente ha venido a mi mente el perfil del buscador de sensaciones del que ya os hablé en un post anterior.


La búsqueda de sensaciones es un rasgo de personalidad que Zuckerman (1979) considera como una necesidad de experimentar variadas y complejas sensaciones y el deseo de correr riesgos físicos y sociales, por el simple deseo de disfrutar de tales experiencias.


¿Es Felix Baumgartner un buscador de sensaciones? Desde luego ha quedado claro que es un deportista de algo riesgo. Podéis ver su página web, donde detallan todos sus saltos.

Los riesgos de su salto eran perder la consciencia, sufrir una hemorragia cerebral... e incluso la muerte. Sin embargo, <los expertos en aeronáutica coinciden en señalar que el salto de Baumgartner tiene más de desafío humano espectacular e inspirador que de prueba científica> según un artículo de Antonio Martínez Ron.



Las actividades de alto riesgo tienen para los buscadores de sensaciones grandes efectos de recompensa o gratificación que superan a los peligros desde su punto de vista. Esto también puede ser debido a un sesgo optimista por el cual perciben con menor probabilidad los posibles efectos negativos. Determinadas características de personalidad como la impulsibidad pueden contribuir al mantenimiento de esta conducta de buscar sensaciones.

Hasta ahora los estudios parecen indicar que esta conducta también posee bases neurobiológicas y genéticas. Por ejemplo, algunos estudios han encontrado que las personas con niveles más altos de un tipo específico de receptor (el receptor D4) para la dopamina, el neurotransmisor principal involucrado en el procesamiento de la recompensa, tienen mayor tendencia hacia la búsqueda de sensaciones. Otros tipos de receptores de dopamina que normalmente regulan la liberación de dopamina parecen tener un efecto opuesto: cuantos menos hay, mayor es la búsqueda de sensaciones. La exposición a los estímulos novedosos libera un torrente de dopamina en las áreas de recompensa del cerebro. Los buscadores de sensaciones a menudo desarrollan una especie de tolerancia a actividades de alto riesgo, el aburrimiento se establece, y se ven obligados a buscar algo más excitante, según dice Zuckerman.

 Para Zuckerman, debe haber sido un rasgo adaptativo ya que <los primeros humanos también tenían que cazar para sobrevivir, y los que estaban más dispuestos a asumir riesgos eran propensos a ser cazadores más exitosos, por lo que un cierto grado de comportamiento de riesgo puede ser programado en el ADN humano> . Sin embargo, conductas de alto riego son una desventaja, como dice Zuckerman: "Si usted está tomando demasiados riesgos puede morir antes de tener la oportunidad de difundir sus genes alrededor, y si eres demasiado precavido, puede que no obtengas recursos (como alimentos y agua) que implican cierto riesgo>.

Las implicaciones que puede tener la búsqueda de sensaciones, más allá de lograr grandes desafíos humanos como el de Felix Baumgartner, es que esta conducta puede correlacionar positivamente con adicciones, conductas sexuales de riesgo, múltiples parejas... y conocer exactamente cómo es el perfil de una persona buscadora de sensaciones y las bases neurobiológicas de esta conducta podría ayudarnos a prevenir los riesgos y encauzarla hacia otro tipo de actividades más seguras.

Me pregunto, si Felix Baumgartner buscará ( y encontrará) algo más excitante después de este estratosférico salto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario