La modificación de conducta es un enfoque teórico y metodológico dirigido a la intervención. Sus principales las características son:
- Se fundamenta en la Psicología experimental
- Se aplica tanto al campo clínico como no clínico (educativo, laboral, comunitario, etc.)
- La importancia en la evaluación objetiva
- Énfasis en la instauración de repertorios conductuales.
Su fundamentos empíricos y metodológicos los encontramos a nivel teórico en el desarrollo de las leyes del condicionamiento clásico por Pavlov y la formulación de la ley del efecto de Thorndike y posteriormente, en el modelo de Análisis Aplicado de Conducta de Skinner (1904-1990). Este plantea leyes específicas del comportamiento sobre las cuales se basa la intervención.
A partir de la década de los 70, surgen diversidad de enfoques (Bandura, Kanfer-Phillips, Agras, Yates, Rimm-Masters) en los que los procesos cognitivos (memoria, percepción, atención), el aprendizaje y el papel activo de la persona en el tratamiento adquieren mayor importancia.
Bandura en la década de los 60 realizó un famoso experimento que muestra como los menores aprenden por imitación de la conducta de los adultos. En 2006 salía la campaña Los niños hacen lo que ven. Children see, children do (NAPCAN, Australia’s National Association for the Prevention of Child Abuse and Neglect)
Por otro lado, también surgen las terapias cognitivas de conducta (Terapia Racional-Emotiva de Ellis, Terapia Cognitiva de la Depresión de Beck, Terapia autoinstruccional de Meichembaum, Técnicas de afrontamiento de situaciones, Técnicas de resolución de problemas etc.) y las terapias contextuales, de aceptación y compromiso, etc.
El término modificación de conducta hace referencia al estudio de los cambios en el comportamiento de una persona y pretende conseguir cambios en dicho comportamiento. Desde la modificación de conducta se rechaza la distinción normal/anormal que suele estar asentada en convenciones sociales.
El objetivo es el cambio de la conducta desadaptada y la implantación de conductas adaptadas/adecuadas a través de la modificación de la conducta-objetivo (fisiológica, motor y/o cognitiva) y/o de los antecedentes y consecuentes que la mantienen y cuya finalidad última es establecer la conducta deseada por sus consecuencias naturales.
La conducta se aprende en la interacción del sujeto en un medio social. Por tanto, la modificación de conducta considera que la mayoría de las conductas son susceptibles de ser aprendidas o alteradas y la intervención se realiza sobre conductas aprendidas o que necesitan modificarse o aprenderse.
Según principios del condicionamiento operante, el reforzamiento supone un aumento de probabilidad de una conducta. Nuestra conducta y la conducta de los menores depende de las consecuencias que esta tenga. Se repiten las conductas que van seguidas de consecuencias agradables, un premio o recompensa y tienden a desaparecer aquellas que proporcionan consecuencias desagradables.
Las consecuencias positivas son aquellas tales como juegos y juguetes, atención, elogios, sonrisas, alimentos preferidos de cada persona, etc. que aplicadas inmediatamente después de una conducta producen un aumento en la frecuencia de ésta. En general, cuando una persona adulta o un menor obtiene consecuencias positivas se siente querido y aumenta la seguridad en sí mismo/a.
En modificación de conducta, todos aquellos estímulos (evento, conducta u objeto) que podamos introducir en la situación de respuesta/comportamiento del menor (como en el aula, por ejemplo) y que tiendan a hacer más probable la aparición de la conducta o comportamiento deseado, constituyen lo que se denomina reforzador positivo.
EJEMPLOS:
- A Miguel de 4 años por hacer la tarea le colocan una pegatina de estrella en la agenda, de modo que es probable que trate de hacer toda la tarea para ganar nuevas estrellas. La pegatina de estrella actúa como reforzador positivo.
- Los padres de Ana le piden que se vaya a la cama, pues ya es tarde y es hora de acostarse. Ana se acuesta inmediatamente. Sus padres aprueban su conducta y la despiden afectuosamente hasta el día siguiente.
Los efectos del Reforzamiento Positivo dependen de:
- contingencia / demora (programa de reforzamiento)
- la magnitud del reforzador
- el tipo y la calidad del reforzador ( Extrínsecos: "un docente elogia al alumno/a por estar atento en clase"; intrínsecos: sentimientos de autosuficiencia, pensamientos autolimitantes. emociones de alegría, etc. ; materiales: juguetes, cuentos, prendas, productos comestibles como golosinas, etc. ; simbólicos o canjeables como los puntos, bonos, fichas, etc, pueden entrar en este apartado cualquier otro objeto que tenga valor reforzante para el menor (llevar puesta su camiseta favorita, etc); sociales: elogio, alabanzas, felicitaciones, frases de ánimo, gestos de aprobación, expresiones faciales, sonrisas, guiños de ojos, miradas atentas, contactos físico, besos, caricias, palmada en la espalda, apretón de manos., etc. ...)
Las consecuencias negativas son aquellas tales como pérdida de atención, retirada de juguetes, no permitir algo que le guste como salir con sus amistades, etc. que aplicadas inmediatamente después de una conducta específica (por ejemplo: no ha recogido los juguetes o la habitación) disminuyen la probabilidad de emisión o eliminan la emisión de esa conducta.
Por tanto, en modificación de conducta, un reforzador negativo es un estímulo aversivo (evento, conducta u objeto) cuya retirada, reducción o prevención de un supuesto reforzador positivo contingentemente a una conducta da lugar a un aumento o mantenimiento de esta.
Ejemplos de estímulos aversivos son: la desaprobación y la crítica social, las reprimendas, los sentimientos de decepción por parte de otro, la realización de actividades poco preferidas por la persona (por ejemplo tener que realizar algunas tareas del hogar), el tener que corregir el mal causado, los olores desagradables y los ruidos fuertes.
EJEMPLO:
- Ana dice palabrotas y cuanto más le insisten sus padres que se calle, más palabrotas dice, más alto y durante más tiempo. Ante esto los padres acuerdan que cada vez que Ana diga palabrotas le volverán la espalda y sólo le prestarán atención cuando deje de decirlas. Al cabo de unos días, Ana deja de tener ese comportamiento.
Curso impartido para la Mancomunidad de trabajadores/as de la Costa del Sol Occidental Sept./Oct. 2018.