Excusas para no cambiar
Muchas personas se excusan: "Nunca me dieron cariño, en mi familia nunca se hablaban las cosas importantes, mi padre era muy autoritario, tuve una infancia difícil, no me enseñaron a expresar mis sentimientos, yo es que soy así..."
Y puede que todo eso sea cierto, al menos, en parte, pero ¿sobre quién recae la responsabilidad de que en el presente esos comportamientos y actitudes sean siendo así?
Muchos niegan el potencial enorme que tiene el ser humano de cambiar, puesto que es es difícil para ellos aceptar que seguir siendo así es únicamente responsabilidad de uno, y no de los padres, de la infancia o del pasado.
"Me cuesta mucho pedir perdón, admitir que alguien pueda tener más razón, que me he equivocado …"
Y si nos cuesta, ¿por qué no intentamos enfrentarnos a ello como un reto? ¿ por qué no simplemente intentamos aprender a cambiar? , ¿por qué no buscar asesoramiento para orientarnos en el proceso que requiere el cambio?
De nuevo pueden surgir más excusas:
"No tengo dinero, no tengo tiempo, no va a servir de nada, no puedo cambiar, a mi edad ya es muy difícil cambiar (cursiosamente excusa que se da a los 20 años, a los 30, a los 40...), etc."
En resumen, nos encontramos con pereza, pesimismo, resignación, conformismo, apatía , desánimo…y con excusas.
Quien quiere hacer algo encuentra un medio; quien no quiere hacer nada encuentra una excusa.
(Proverbio chino)
(Proverbio chino)
Salir de la zona de confort:
A pesar de todas las excusas puestas a los demás y a nosotros mismos, es posible cambiar hábitos, actitudes y comportamientos. Pero para ello debemos querer salir de lo que los expertos en coaching llaman zona de confort, esa zona con la que estamos tan familiarizados, en las que nos sentimos seguros, aunque a veces en ella también se experimentan dudas y sufrimiento, algo nos dice interiormente que necesitamos ese cambio.
Para ello, es importante conocernos a nosotros/as mismos/as, saber cuales son nuestros puntos fuertes, y aquellos que debemos tratar de cambiar o mejorar. A partir de ahí, trazar un plan de acción que sea realista ( no podemos cambiar nuestra estatura...) , con pequeñas metas, para ir paso a paso, creando unos hábitos y modificando nuestras creencias.
Somos dueños de nuestro destino. Somos capitanes de nuestra alma.
Winston Churchill
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