La fiesta de Halloween, constituye una buena oportunidad para trabajar sobre los miedos infantiles y desarrollar actividades lúdicas con las que puedan establecer diferencias entre lo real y lo imaginario.
Se pueden realizar talleres a nivel grupal de Cuentacuentos de Halloween y otras lecturas que ya recomendamos el año pasado, juegos y lecturas en general completadas con dinámicas y manualidades.
Sin embargo, aunque los hijos/as trabajen directa e indirectamente sobre esos miedos a través del juego, es importante para las familias saber cómo ayudar a los hijos/as a gestionar sus miedos.
Miedos frecuentes por edad:
•0-6 meses: pérdida súbita de la base de sustentación (del soporte) y ruidos fuertes.
•7-12 meses: a las personas extrañas y a objetos que ve de manera inesperada.
•1 año: separación de los padres, a los retretes, heridas, extraños.
•2 años: ruidos fuertes (sirenas, aspiradores, alarmas, camiones...), animales, oscuridad, separación de los padres, objetos o máquinas grandes y cambios en el entorno personal.
•3 años: máscaras, oscuridad, animales, separación de los padres.
•4 años: separación de los padres, animales, oscuridad y ruidos.
•5 años: animales, separación de los padres, oscuridad, gente "mala", lesiones corporales.
•6 años: seres sobrenaturales, lesiones corporales, truenos y relámpagos, oscuridad, dormir o estar solos, separación de los padres.
•7-8 años: seres sobrenaturales, oscuridad, temores basados en sucesos emitidos en los medios de comunicación, estar solos, lesiones corporales.
•9-12 años: exámenes, rendimiento académico, lesiones corporales, aspecto físico, truenos y relámpagos, muerte y, en pocos casos, a la oscuridad.
Thomas R. Kratochwill y Richard J. Morris
Pautas generales para padres y madres:
-En primer lugar ser consciente de los propios miedos de los padres/madres y observar en qué medida podemos estar "contagiándoles".
-No restarle importancia a sus temores y tomarlos en serio, ya que su angustia ante la oscuridad, los monstruos , etc. es cierta y sentir miedo es una reacción natural en el ser humano.
-No obligarles por la fuerza a enfrentarse a ese miedo ya que aumentará la ansiedad que le origina. Debe hacerse de forma gradual.
-Los padres deben intentar reaccionar con la mayor calma posible, el enfadarse, gritar, agitarse, no ayudará a dar tranquilidad al niño/a y la ansiedad aumenta.
- Reconocer la importancia del juego y su valor terapéutico cuando el niño/a interacciona con los estímulos que producen ansiedad , como ocurre en la fiesta de Halloween. Si por ejemplo, presenta miedo a sangre, inyecciones, ir al médico, se pueden usar juegos de rol, proporcionándoles materiales que sean o simulen a los instrumentos sanitarios, jeringuillas, guantes, botiquín, etc.
-Aprender a reforzar positivamente cuando se produzca interacción con el estímulo que origina ansiedad.
-Utilizar frases tranquilizadoras y que describan la conducta apropiada como por ejemplo: los perros son juguetones y cariñosos pero no toques ni te acerques a ningún perro callejero o desconocido en ausencia de su dueño.
-Practicar habilidades de comunicación y resolución de problemas entre padres e hijos/as.
-Consultar con un Psicólogo/a cuando los miedos sean muy intensos y frecuentes, afectan a la dinámica familiar, a la vida social del menor, a su rendimiento escolar, etc.
Para continuar ampliando información y pautas de actuación, en un post anterior llamado ¿Cómo ayudar a los hijos/as a manejar el miedo?, compartí las orientaciones de Enrique García Huete de su libro Aprender a pensar bien.
Para finalizar, os dejo un cuento que les suele gustar mucho para trabajar en Halloween el miedo a la oscuridad y los monstruos: Un Halloween para Gruñidos de Estrella Montenegro en Educapeques.