En cambio, el personaje de nuestra película, aunque tiene una enorme capacidad de cálculo, no conecta social ni emocionalmente con las demás personas ni cuidadores o familiares. Necesita una rutina para no desorientarse. No puede establecer categorias ( ejemplo de la escena de la discusión sobre los calzoncillos) o entender el valor del dinero.
No es habitual que las personas que padecen autismo tengan capacidades especiales y cada caso es diferente. Como siempre, Hollywood coge un poco de aquí y de allá, a menudo mezclando casos y conceptos que no se corresponden con la realidad. Aunque nos acerque a posar la mirada en los trastornos del espectro autista (TEA), corresponde a nosotros separar el grano de la paja.
Os dejo un video realizado por el dibujante Miguel Gallardo, padre de una hija con autismo, un caso real y cercano que nos permite comprender mejor a una persona que padece autismo.
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